Compartir la experencia, es compartir el gusto y la responsabilidad. Es abrir los ojos através del otro, asumir el compromiso que nos toca como actores fundamentales de nuestro entorno, herederos del pasado y sembradores del futuro.

Éste es un espacio para compartirles mi experiencia.
Un espacio para compartir el mundo que me decidí a recorrer.



4 de abril de 2011

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Con Chabela Llegando al top del Volcán, La Soufreire


Llevo un mes de atraso y hay tanto que contar, la intención de todo esto era llevar una crónica regular de las andanzas y desventuras del viaje, pero resulta que el lugar y las personas me han superado, fui presa del ritmo del Caribe, de la lentitud de las cosas, de la calma apacible con la que transcurren acá los días y las horas, pareciera que el tiempo corre tan lento y los días pasan tan rápido, es como si los segundos duraran minutos y los días tuvieran sólo la mitad de horas, han pasado ya casi 4 semanas y apenas siento que traigo a tierra la cabeza, por eso el atraso y por eso la premura de aclarar que la frecuencia de las notas irán en relación al tiempo y sobre todo al ritmo que me permita o no un rato de disposición a redactar, suena a capricho, pero ya saben, casi todo lo hago por mero capricho.


Me escaparé a algunos de los detalles de los primeros días, ya que, como me he ido dando cuenta, tendré aquí un semestre para llenarlo de anéctodas y dato, para ser franco, por ahora prefiero experimentar por mi cuenta y en privado, aún no distingo aquello que me nace y sale de mi, lo que es nuevo y agarro imprevisto al vuelo y lo que siempre ha estado ahí. Mi llegada a la Academia aquel sábado por la mañana fue como esperaba, noche de vuelos pesada, pero fue mi decisión llegar a este lugar de día, llegar a un nuevo lugar de noche, no me ha parecido una buena idea, y tengo (como mi padre) esa manía por reconocer el territorio, ubicarme y echar un vistazo a todo al llegar a un nuevo lugar y así fue, el camino excesivamente costoso en la Van (80 USD) fue lleno de curvas y paredes de montaña tapizados de verdes que desconocía, me recordaban un poco a la sierra en Chiapas o a los caminos de Oaxaca, sólo que acá, los Rastafaris caminaban en medio de la calle con un león en la camisa, un porro en la mano y la sonrisa pintada en la cara. Las palmas hacían fila, los ríos breves corrian en lugar de cables de alta tensión los plátanos colmaban los racimos, realmente, esto es una isla del Caribe, como me lo sospechaba, tal vez esto sea una especie Macondo con reggaeo y soca.


Que distante se me antoja todo esto, cuando lo pongo en la balanza, mi llano desierto, de suelo erosionado y sueños rotos, el interminable país de mi pueblo lastimado y con miedo, acá, me da la sensación de que nada fuera de la isla fuera demasiado importante, la isla es el mundo… y si quiero sobrevivir, este ha de ser entonces mi mundo. Comenzaba apenas el caos, pagué mi cuota excesiva por el transporte y aunque la conversación en el camino fue buena, no fue totalmente exitosa, tengo que acostumbrarme al acento Vincy, ese que dice un ingles comprensivo, lleno de “Respect” y “Yah Maan” . Descargando , era hora de pisar tierra un rato, dejar descanzar la espalda y guardar el backpack… por ahora. -Hola, te ayudo con tus cosas ? Me recibió Maristela, una Chica Brasileña, mujer fuerte y atractiva con un padre tatuaje en el brazo -Te ayudo, ven, este va a ser tu cuarto. Fuera maletas, no es tiempo de desempacar, vamos a conocer. Ahora que lo pienso, fue hace poco menos de un mes y no recuerdo muy bien mis primeras horas, en concreto, mi primer día creo que se borró de mi cabeza, apenas ciertas imágenes me quedan muy clavadas.


La gente comenzaba a desfilar, llegaron todos al Hall cargando en la garganta con sus extraños acentos, nombres, parecían felices de que yo estuviera aquí, es como si me estuvieran esperando, extraño, viniendo de desconocidos y aunque cueste admitirlo, fue una sensación bien agradable, a pesar de que me jacto de mis felinas, nocturnas y esteparias actitudes, el fraternal recibimiento me cayó bien apenas un atisbo de que sigo siendo humano.


Unos ojos muy despiertos, de un castaño oscuro me dicen: - Hola ! Paola, de Bolivia… - y yo, haciendo gala de mis defensivas actitudes animales, de mal tono le respondo. - ¿ Paola qué ? Como si eso fuera relevante en el momento ¿ no pudiste simplemente haber dicho con una condescendiente sonrisa “ Mucho Gusto, Gerardo Ibarra de México” ?…. Pero no, otra vez animalito, qué necesidad. Hay cosas que a uno no se le quitan, ni con el Caribe, ni con el hambre, ni con Zote, aunque bien en este caso particular y con la Vedette de los noticieros Bolivianos, bien me hubiera convenido mantener alta la defensa , too late man!


La chica en cuestión estaba dispuesta a darme el recorrido por las instalaciones y creo que comenzábamos en la cocina cuando siento un golpe en la espalda, Carajo ! tanta confianza ? Volteo y ahí, con su enorme sonrisa y los brazos abiertos estaba la Güera, Elizabeth Urraza. Pero que gusto mi paisa… “ Si quieres yo le doy el recorrido, yo me lo llevo, gracias” Un par de recomendaciones y pon los pies en la tierra, las cosas son así, un par de advertencias, un par de recomendaciones, entérate viejo…y ya saben, con la franqueza de la gente de allá, las cosas claras como deben de ser y muchos útiles consejos. No estaría de más agradecerle por acá, pues como algunos de ustedes saben, la güera fue la que me compartió todo esto, llegó en el momento indicado cuando necesitaba una alternativa y acá me recibió como si fuéramos carnales de toda la vida, agradecerle los consejos, las anécdotas, las excesivas tonterías que hacían a todos reír y el poco miedo con que se le para enfrente a todo mundo, Elizabeth es una mujer admirable, realmente, los pantalones bien puestos, los pies en la tierra y una buena actitud envidiable, me sorprendió tanto el escucharla hablar en un minuto ingles, al siguiente español y luego portugués con una fluidez y una seguridad que he encontrado en pocas personas, aprendí a querer a esa mujer en apenas unos días. Ahora ella está en Torreón, terminó su empresa por acá y ahora sigue adelante con nuevos buenos planes.



Acá con la Güera subiendo el volcán


Y yo que creía que iba a extrañar los lunes por la noche de GAMBETA F.C. Después de la comida el fut no se hizo esperar, eran las dos y yo ya enfundado en mi playera del Milán con el 15 en la espalda me fui a Jugar… cansado el día, intenta dormir temprano viejo, mañana vamos a escalar el Volcán ! Nos fuimos en domingo, La Guera, Chabela (Isabella Ordaz) otra chica Brasileña, ella de esas personas que sientes que conoces de otros tiempos y que nunca habías visto vida y un par de Hikers Polacas (de Polonia pues) Sin permiso y de contrabando, se supone que no debemos de ir sin guía, nos salimos temprano en la mañana y comenzamos el camino, empezando por una playa que nos daba los buenos días, caminar por largos pasadizos de rocas volcánicas de metros de altura y llenos murciélagos que volaban alrededor, sembradíos de Ganja, as costas el mar, imágenes que no puedo contar, pues sería presunción de mi parte el intentar explicar lo que no puede ser descrito, sería una necedad traducir a lo que no está hecho en el lenguaje de las palabras Una revolución de imágenes, sonidos, sabores, pupilas, tanto nuevo que aprender, parece ser que llegué a donde tenía que llegar, por fin. Nuevamente, empieza la vida, pero esta vez, mejor.

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