Compartir la experencia, es compartir el gusto y la responsabilidad. Es abrir los ojos através del otro, asumir el compromiso que nos toca como actores fundamentales de nuestro entorno, herederos del pasado y sembradores del futuro.

Éste es un espacio para compartirles mi experiencia.
Un espacio para compartir el mundo que me decidí a recorrer.



13 de julio de 2011

Vá para Chiriquí ?


De niño creía que las islas flotaban en el mar, yo no entendía cómo es que permanecían en el mismo lugar, no entendía cómo las personas, siempre las encontraban en la inmensidad oceánica.

Creo que mi pericia de mochila-a-cuestas ha rendido frutos. Hasta ahora, estoy convencido de que “estar abierto a la experiencia y a la esperanza” es fundamental para resolver viajes inciertos e improvisar en la ruta.
Escribo desde un Camión de ruta Panamá-Chiriquí, hasta ahora estoy tratando de resumir los movimientos del día, como saben por la entrada anterior, ayer la jornada fue dura, un vuelo cancelado, las conexiones frustradas, la incomunicación y la falta de plata tensaban la moral.


Llegué a las 9 de la noche a Puerto España, Trinidad, después de todo un día de reclamos, logramos que un par de agentes de LIAT, la compañía caribeña, nos esperaran en el área de desembarco, con la buena noticia de que la compañía se haría cargo de los gastos de comida, hospedaje y transporte (mínimo), des pués de los controles de seguridad y levantar la maleta, caminamos por los pasillos a la salida. Antes de levantar nuestro equipaje, se me acerca una de las agentes, una Chica trinitaria que con un inglés más comprensible me dijo susurrando:
-¿Disculpa, me puedes hacer un favor? En la noche tenemos una fiesta sorpresa y queremos comprar alcohol, el problema es que no nos permiten comprarlo y aquí hay tiendas de Tax-Free, ¿nos podrías ayudar a comprarlo?
Mi primera reacción fue de duda, le pregunté si eso no me traería problemas a mí y me respondió que no. Un dilema moral se me presento de frente, por un lado, quería llegar al hotel cuanto antes y evitarme cualquier ilícito o “no-tan-licito”, por otro lado, los chicos de la compañía me recordaron a mi y a mis compañeros de San Vicente, tratando de escapar, buscando coartadas y cómplices, tomando una cerveza (o dos o diez) o huyendo de noche y a escondidas. Mi empatía me hizo resolver el asunto y así caminé yo con “mi” botella de 1,5 litros de Cognac, sin problema.
El camino al hotel estuvo a cargo del chofer de las Suites, un Hindu con acento Caribeño que nos movía en su taxicon música salida de alguna película Hindi de Bollywood o algo por el estilo.

El hotel de mediana calidad ofrecía al menos un buen colchón y agua caliente, amanecí reparado del trágico día. Por la mañana pregunté por el desayuno y me dijeron que no había cocinero, pero que ellos resolverían, media hora más tarde, estaba sentado a la mesa con dos Americanos que me acompañaron en toda la travesía del dia anterior, comiendo Subway de huevo y café con leche.
Cuando me dijeron “Desayuno americano” no fue precisamente lo que imaginé, pero con estomago empacado, pedí al chofer que me llevara al aeropuerto para hacer un cambio de divisas (y cuando lo digo suena a mucho dinero, la realidad es que eran apenas 100 dólares americanos).
De regresó al hotel, decidí quedarme en el cuarto de, a la cercanía no había nada interesante y por otro lado yo tenía Meses sin ver televisión, me encontré a Anthony Bourdain viajando por el mundo y mostrándome cual colega, los lugares a los que ahora estoy obligado a visitar, Laos, Haití, Italia, Vietnam, Austria.
3:30 de la tarde y ya estaba en la sala de abordar, pasé dos horas mirando a la puerta, pues cabía la posibilidad de encontrarme con Paola en los andenes (en un paréntesis, acabo de cruzar un Elektra y un Banco Azteca) me aseguré que mi sala de abordar fuera la correcta, la suerte nos puso en la misma sala, ella a St.Vincent, yo a Panamá, los vuelos con apenas 20 minutos de diferencia.
Maldita mi señora Soledad, que a sus caprichos me dejó sólo y esperando a mi Novia, nunca nos encontramos, tuve que abordar mi avión, destino Panamá.
El vuelo tranquilo me dejo en el aeropuerto de Panamá donde me recibían amables e hispano-hablantes (gracias a dios) agentes aduanales.
Ahora bien, de esto hace apenas una hora y media. El plan Original fue tomar un Taxi que me llevaría a un Hostal en el Casco Viejo de Panamá, Paola me lo recomendó, la idea de “Casco viejo” me parecía atractiva, tal vez podría salir a tomar una cerveza o dos, dormir en el hostal, conocer a un par de personas interesantes y a la mañana siguiente, ir al cajero para recoger el dinero que mi adorada hermana, haría favor de depositar para sobrevivir. Ahí Podría revisar de algún vuelo hacia Costa Rica el lunes o en todo caso un bus por TICABUS hacía san José. Apenas salí del aeropuerto, me asalto un ejercito de taxistas, todos formales y con cara de careros, al fondo, un viejito de lentes me llamaba “Taxi”
Me acerque a el y me dio la bienvenida a la Latinoamérica que conozco, regateo, amenaza, regateo, molestia… saqué lo nacional y me puse a Regatear al mero estilo Mexa, le bajé ocho dólares al cuento y me subí al taxi maloliente, el camino duro 45 minutos, tiempo suficiente para cambiar completamente mis planes, Hablando con Don Armando (llamémosle así, aún cuando en efecto me enseño una identificación con su nombre real) me contó que había otra manera de llegar a Costa Rica, yo ya había visto la información por internet, pero nunca le puse atención.
Su plan alternativo consistía en tomar un bus de Panamá a Boca del Toro, ahí, supuestamente, existen Lanchas Marítimas (si, redundancia), que llevan por un precio menor de Panamá a San José, consideré la opción y le pregunté si el creía que habría corridas esta noche, me respondió que si, me tomó dos semáforos decidir.
-Llévame a la estación de Bus , voy a llegar mañana a Costa Rica por cualquier medio (y si, lo dije tal cual, con una seguridad infranqueable y mirada asesina de Chuck Norris)
Don armando metió freno de mano, quemó las llantas y dio una estrepitosa vuelta en U (mentira)
Llegamos a la estación de autobuses, la mejor opción, estaba en un lugar en el cual podía llegar al día siguiente a Costa Rica, además, no gastaría cuatro mil pesos en un vuelo de 20 minutos y no pagaría noche de Hotel.
Don Armando me ofreció un cigarro de despedida, me dio la mano, me mandó en compañía de la fuerza y me metí a la central de Autobús, preguntando a todo mundo por las taquillas. No había corridas directas a Boca del Lobo, pero si a David, que es un lugar muy, muy cerca (supuestamente) de Boca del Lobo, no, Boca o bocas del toro.
Un hombre rechoncho me gritó, ¿Vá para Chiriquí? Y yo respondí
-Si , digo No ¡ - Digo si…¿eso va para David?
-Si señor, está Saliendo
-Sin preguntar (y sin pagar) tomé el boleto y salté dentro del camión…hasta ahí la historia… veamos en dónde amanezco, mañana entonces, lo sabremos.


12 de julio de 2011

En Tránsito...

Estoy atrapado en el Aeropuerto de Granada.
Por malos azares tuve un vuelo cancelado y eso vino a partirme todas las conexiones hasta San José. Hoy por la noche debería de estar en Costa Rica para encontrarme con mi madre, ahora pasaré la noche en Trinidad, mañana mi vuelo sale para Panamá.
Después de enojos, más de una discusión, alianzas, estrategias y decisiones difíciles, todos los planes cambiaron y estoy a la espera de mi vuelo reprogramado, sin acceso a internet, sólo con Skype que me ha salvado la vida y para colmo, olvidé mis audífonos en mi maleta registrada.

Perdido en el Caribe… y dista muchísimo de la historia que se monta Maná en su canción.
Extrañas coincidencias, tal vez me encuentre a Paola mañana en Trinidad, ella de regreso a St. Vincent y yo, rumbo a Panamá, vamos a ver si la suerte me da tregua, de lo demás yo me encargo.

Estaba sentado frente a las ventanas que dan a la pista de aterrizaje, nunca había visto un aeropuerto tan sólo, sin llantas quemando, sin turbinas callando todo, sin hélices que cortan el viento. Comenzando a debrayar, me vino recuerdo que me trajo un poco de calma.
Cuando era niño, algunas veces las tardes parecían completamente distintas. Mi padre o mi madre solían viajar mucho por asuntos de trabajo, casi siempre a México, Tijuana o alguna otra ciudad, lo mejor, siempre era su regreso.
Ya estaba advertido que el papá o la mamá llegarían ese día por la tarde, algunas veces requería de un rato de desvelo, pues el vuelo llegaba tarde. La emoción del reencuentro se manifestaba.
Llegar al pequeño aeropuerto de Torreón en el cual siempre reinaba un frio permanente, tan ajeno de todo lo que existía afuera, las personas con sus maletas, luces blancas y luego, esperar detrás de los ventanales la hora de la llegada, a veces en el pequeño restaurant al fondo del pasillo. Impaciente siempre, el avión nunca aparecía del cielo, sólo se escuchaban las turbinas y de pronto el imponente vehículo aparecía rodando en la pista, las mejores ocasiones resultaban cuando el avión se detenía justo al ventanal y de ahí esperábamos a los padres a verlos bajar por las escaleras, los pasajeros bajaban los escalones pero nada importaban, eran como dobles de película, después de esperar el desfile de desconocidos en algún momento, bajaba mi Madre, siempre que bajaba del avión parecía más guapa , con maleta en mano y una seguridad al caminar, Cuando llegaba mi papá, siempre imponente, a veces formal con la barba crecida, representaba para mi lo que era ser un hombre, llegar y los abrazos. Lo mejor siempre estaba por venir, en el coche o en la casa, la curiosidad nos mataba a mi hermana y a mi, pues sabíamos que en su maleta traerían un regalo, por más sencillo o complejo que fuera, siempre algo bonito e interesante, algo que venía hasta nosotros y nos hacía parte del viaje.
Que quede claro, que ese era el trabajo de los padres, pues en esta ocasión de regalo yo sólo llevo algunas fotos y más de tres historias como regalo, buen viaje !

27 de junio de 2011

La cena con Simon

(Lunes)Hablé con mi amigo Maxi hoy, valió la pena el día por la corta charla en la que me dí cuenta que a esta altura ya había ganado más de lo que había apostado en este viaje.

El domingo en este lugar siempre ha tenido una nota de gris que aún no entiendo bien a qué se debe, generalmente es día de descanzo, de lavar y limpiar el cuarto, de charlas con la familia, o aveces simplemente echase a la nada. El de ayer fué un domingo de esos pocos que seguramente voy a firmar como uno peculiar.

La balanza ya estaba en mi contra, algunas personas estaban fuera por vacaciones y yo por cuestiones logísticas tuve que quedarme a "trabajar"una semana extra, así que la casa estaba especialmente callada y sola.
10 de la mañana tocan mi puerta, el primo Elvis llegó con la noticia de que Simon, el Cerdo Gigante había escapado y era nuestro trabajo encontrarlo (no entiendo aún por que MI trabajo). Teníamos que ir por él, atarlo y regresarlo a su pig-pen. No calculamos bien dimensiones y peso, puesto que el animal pesaba el doble que Elvis y yo juntos...así pues, después de dos horas de lucha con la bestia, después de tratar de utilizar nuestra herramienta evolutiva más avanzada (cerebro) para persuadir al mounstro, después de intentar mil maneras pacíficas y violentas, con la ayuda de Héctor, el otro Mexa y un par de locales pudimos mover al llamado "Simon" hasta su hogar, saldo blanco, ningún muerto, dos heridos y el brunch del domingo ya se me había pasado, procedí al hurto de queso y atún para alimentar mi exhausto cuerpo.

El día pasó tranquilo y sin penas, me dispuse a hornear pan para la comunidad por la tarde, sin muchas novedades y mucho menos bajo estas condiciones.

Durante el día, Luis y Denise estuvieron son Simon (esta vez, no el Simon anterior), un granjero local que les habló acerca de la pesca del Chichi.
Brevario Cultural :el llamado Chichi es un pequeño pez que baja del rio cuando la luna está en una posición en particular (y si, obviamente desconozco la particularidad de la posición). El llamado Chichi, baja del rio, esta aproximadamente 15 días en el mar alimentándose y cuando es más grande, va rio arriba de vuelta por donde vino... es precisamente en el momento en el que bajan del rio, cuando los pescadores locales tiran sus redes y atrapan a los diminutos pescados que no tienen más de una uña de tamaño. Una lata de un galón (por lo que me describen con medidas hechas con las manos) vale aproximadamente 100 dólares en los resorts y restaurantes de las islas con plata.

Y fué precisamente la noche de anoche, que la luna esta particular y correctamente posicionada para que el famoso pecesillo vicentino bajara desde el rio y fuera capturado por los Vincys...oh My Deus !
Simon, el granjero, comentó a Denisse y a Luis que si ellos llevaban una serie de ingredientes, el cocinaría Chichi bakes para nosotros, así que se dispuso el hurto colectivo de ingredientes, cayó la noche y nos encaminamos todos al "shop". A unos minutos de camino, escondido en un rincón del camino a unos pasos de la playa, se encuentra el famoso "shop", un lugar clandestino para nosotros los marchantes, el cual ofrece un espacio catártico de liberación.

La costumbre de los locales es sentarse a beber, fumar y jugar dominó, sin limites, nada es exceso. Bajamos entocnes al shop en dónde simon sobre unas cajas de refresco, mezcló virtuosamente los ingredientes hasta hacer una pasta indescriptible y no muy apetecible a la vista.
Los locales llenaron una mesa y las fichas de dominó sonaban al ser golpeadas contra la madera vieja de la mesa, una pequeña bocina reproducía Soca, Animal y Wine to the side entre otros exitos populares, simon como anfitrión, sacó de "sabedios" dónde, una mesa con mantel, dispuso unas sillas alrededor y a la mesa se puso Chile, México, Japón, Suecia, Colombia, Bolivia, Italia, España... al calor de Hairoun, Simon comenzó a freir la mezcla y a repartir los panecillos de Chichi, mientras el corcho Australiano caía con desden y el Pan era igualmente repartido.

Lo de anoche fue una de las de recordar, compartir el pan, el vino y el pescado (y vaya que no soy creyente). En el shop, las lenguas, los orígenes, las lineas proyectadas al infinito futuro dejaron de importar, esa noche nos sentamos a departir, cocinar y comer, la de anoche, fue una verdadera noche al mero estilo Vicentino. Anoche fue la cena son Simon

12 de junio de 2011

Hairoun

Sobre Hairoun

Han pasado ya tres meses desde que llegué a esta isla, no había querido escribir nada acerca del lugar en donde vivo, pues entre el choque cultural, las emociones revueltas y el poco conocimiento podía resultar un tanto tendenciosa mi manera de explicar las cosas.


Aún así, aquí haré una breve descripción de algunos tópicos Vicentinos desde mi muy particular pinto de vista. “Hairoun” como llaman los locales a su isla, San Vicente, es un lugar que resulta interesante, agradable, chocante…en definitiva, este lugar y su gente tienen un “no sé que, que qué se yo” muy particular.


Trataré de dejar en un párrafo alguna postal narrada, vista a través del prisma de mis ojos.
Les platico entonces de Hairoun.


El clima.
Aquí existe un calor que persiste, un calor húmedo que encuentras en cada rincón, a la sombra, en la noche, en el mar. Sin embargo, es un calor que no se parece en NADA al del desierto, la temperatura va de los 20 a los 25 la mayor parte del tiempo, llueve casi a diario, es un clima sumamente agradable, las noches están hechas para sentarse a la nada.

El paisaje
Las vistas al mar no son precisamente un privilegio, hablamos de una isla, un país que cabe cinco veces en el territorio del municipio de Torreón, con una quinta parte de su población también, Desde mi casa tengo una vista inmejorable, esde aquí se ve el país vecino, Santa Lucía, cortando de tajo el horizonte marcado por el mar del Caribe, tengo un volcán frente a mi casa que me da los buenos días.

La vegetación
Consiste en un verde que lo consume todo, hay pocos rincones en la isla que no hayan sido colonizados por una tapiz de vegetación , a la distancia parece como si los tonos verdes estuvieran en una lucha constante por salir a la luz y ser los protagonistas, se enciman las ramas y las hojas, las lianas y los troncos. Los plátanos, los mangos, las guayabas caen delos arboles y basta con estirarse un poco para probar una fruta dulce, jugosa. Aquí, cuando cortamos una rama sin hojas para hacer un poste o poner una cerca, basta esperar unas semanas para encontrar un nuevo árbol en vez de rama.

La música
El género más popular en la isla es la Soca, un indescriptible sonido con ritmos rápidos y voces incomprensibles, las letras no son muy profundas y lo interesante es el agresivo baile que lo acompaña, un amigo ha descrito como “sexo con ropa”. Tenemos también el reggae característico del Caribe, Bob Marley marca su ley entre los rastas, también el Calypso y algún Rhytm and blues con acento caribeño.

Los hombres
Rostros duros, siempre dispuestos a una agradable conversación.
Su descaro con las mujeres es una característica en cada rincón de la isla, pues generalmente su método de aproximación consiste en un “¿Hola, te quieres casar conmigo?”, son buenos tipos, no cruzarás un camino o una calle sin saludarlos, lo mejor del asunto son las frases que comparten de saludo o despedida: “Respect, One love, o Yah Man” son característicos. Todos están

Las mujeres
Mujeres fuertes, con gran personalidad, son coquetas a todas las edades, menean las caderas con un ritmo que viene instalado en sus genes, siempre gritando, parece que discuten mientras hablan pero sólo tienen una conversación. De armas tomar, apenas llevaba unos días acá cuando una morena de no más de 30 (años) y seguramente más de los 120 (kilos) me dijo “Hola, te amo”.
Así las cosas.

Los niños

Increíblemente resistentes, aquí corren descalzos, saltan, se caen, se raspan, se empujan, gritan.
Cuando están en grupo son una masa incontrolable que ningún extranjero es capaz de controlar.
Sus habilidades físicas son impresionantes, con 8 años un niño puede correr, driblar y empujar en un juego de soccer y competir con jóvenes que doblan su edad. Los niños serán niños en cualquier parte del mundo, una pelota, una sonrisa, una paleta y los tendrás pegados a ti.

El deporte

Para los vincis, existen dos deportes que todo mundo conoce y practica, el primero, como en casi todo el mundo, es el Soccer, aunque carecen totalmente de técnica, en condición física y fortaleza dominan pro completo. Por otro lado, está el Criquet, un deporte europeo que fue instalado en la Colonia británica, a decir verdad aún no puedo entender, bien a bien cuales son las reglas.

El lenguaje

En ocasiones incomprensible, para cualquier persona que hable inglés le resultará difícil entender lo que un Vincy intenta decir, un inglés atropellado con una extraña mezcla de San Vicente e Inglaterra da como resultado una peculiar manera de hablar, agregando los estridentes gritos, es difícil, sus cambios de I por Me y de She por her dan como resultado frases del estilo “Me nah know”

La comida

Singular, sin duda…nunca cambiaré mi cocina nacional por la cocina vincy.
El platillo típico es el Roti, un envoltorio de Harina de trigo frita, relleno de una pieza de carne con un enorme hueso, se ve como un Rollo de comida china que se ha apareado con un tamal de deshebrada, sólo que es frito y se llama Roti.

Por otro lado están las extrañas frutas locales, algunas que en mi vida había conocido.
El bread fruit (fruta-pan) una especie de papa seca con una consistencia de , el Eggplant (planta-huevo) , el dragon fruit, que es una especia de Tuna con una cubierta muy surrealista. Los mangos gigantes. Los racimos de platano, esto es como me imagino que debió de haber sido Macondo.

La bebida

El alcohol es una costumbre bien arraigada entre los Vincys, la bebida preferida es un Ron llamado Sunset, con 84.5 grados de alcohol, uno puede beber gasolina y no encontraría la diferencia.
La cerveza es la Hairoun, cerveza clara que no se compara en Nada con una Victoria bien fría.
Hay ricos jugos locales, de guayaba, limón o maubi, corteza de un árbol con un sabor parecido al agua de raíz.

Y con todo, lo bueno y lo malo, las noches y los días aquí pasan lento, el tiempo es una medida que corre a otra velocidad… aquí las personas no se preocupan por las balas ni los secuestros.

La realidad es que aquí, parece que las personas son Felices.

12 de mayo de 2011

Action Week

El siguiente es un articulo en español que nos pidieron como trabajo semanal.
Es un breve texto acerca de nuestra experiencia en el Action Week, semana en la cual
los DI´s (development instructors) trabajan en comunidades con organizaciones locales
insertandose por unos días en la vida y trabajo comunitario.





Action Week I : Rose Hall


El manejo de la frustración siempre será un asunto con el cual lidiar siempre que se tenga que emprender cualquier proyecto. El Action week no fue la excepción.

Atendiendo a la franqueza, la experiencia completa resultó diferente de lo que yo esperaba, distintos factores dieron como resultado una semana difícil con algunos ratos de incertidumbre. La prisa, la desorganización, los conflictos internos al tomar las decisiones y responder a expectativas y opiniones diferentes fueron una constante. Para alcanzar los resultados, fue necesario confiar en el criterio propio, tomar la responsabilidad y hacer que las cosas funcionen aún cuando las condiciones generales no ayuden mucho.


Action Week supone una semana en la cual, los equipos de DI´s trabajan durante una semana en distintos proyectos con organizaciones locales, nuestro trío trabajó con Selly Patterson. Nuestro proyecto consistió en rehabilitar un salón en el Comunity Center de Rose Hall, , una comunidad a quince minutos de RVA para convertirlo en un anexo a la biblioteca.


Las tareas principales fueron: limpiar dos cuartos llenos de escombro y basura, pintar el interior del cuarto a rehabilitar, instalar una puerta que divide el anexo con el nuevo cuarto de computadoras y construir, instalar y pintar unas mesas de trabajo.



La mañana del martes comenzamos el Action Week, salimos con prisa de RVA después de hacer unos cortes a unas piezas de madera para montar la puerta en el Comunity Center.
La imprevisible lluvia de San Vicente hizo que nuestra llegada fuera complicada, la camioneta estaba llena de herramientas y maletas, nadie nos estaba esperando.

Luego de un rato de organizar y poner a resguardo las cosas, buscamos a alguien que nos dijera dónde y con que comenzar a trabajar, no teníamos electricidad al preguntar al profesor de la escuela por un Switch o una extensión, obtuve como respuesta un “no hagan nada, Selly no sabe, el gobierno va a trabajar con ese cuarto, ustedes no tienen que hacer nada”, parece que hay algunos malentendidos entre algunos grupos dentro de la comunidad. Ante la incertidumbre no hubo más que hacer que buscar medios propios. Después de un rato, llegó una persona de la organización de Selly y nos mostró que era lo que había que instalar, en dónde estaba el material y las herramientas para el trabajo.



Comenzamos el martes a media tarde a instalar el marco para la puerta que dividirá el anexo de la biblioteca con el cuarto de computadoras. El primer problema en la instalación fue al intentar colocar la puerta en el espacio del marco, primero, nunca tuvimos las medidas exactas de los cortes de la madera para el marco, nadie nos las dio y nosotros no preguntamos, por otro lado, el marco en la pared no estaba recto y la puerta no encajaba, nuestra idea era desmontar el marco y rehacer los cortes en RVA a las medidas y con las especificaciones de la puerta y la construcción, pero el hombre insistió en que cortáramos la puerta para hacerla encajar en el marco, después de un rato de discusión, la decisión fue que finalmente, era su Organización, su proyecto y su comunity center, nosotros estábamos ahí para ayudarlos con lo que ellos necesitaran, lo más razonable en ese momento, me pareció escuchar sus ideas y atender a la manera como él quería hacerlo, aún cuando esto no fue lo que esperaban en RVA y causó otro conflicto, fue difícil manejar las dos opiniones y atender a las instrucciones de dos personas diferentes. Finalmente, creo que uno tiene que atender a su sentido común y hacer lo que resulte correcto en el momento y para las personas para quienes trabajamos, somos voluntarios, no somos dueños de la verdad absoluta ni estamos aquí para imponer nuestras ideas.



El trió se quedó en Rose Hall durante la semana, nos hospedamos con la mamá de Sally, en una casa subiendo una pequeña colina, uno de los puntos habitados de mayor altura en la isla, dos cuartos suficientes para hospedar al trio, la comida y cocina corrió por nuestra cuenta. Aún cuando los horarios de las tiendas eran muy irregulares, el trío se administró para conseguir comida y reponer algunas de las cosas que se gastaron durante nuestra semana. Toda una experiencia el ver el día a día de las comunidades, aquí es tan distinto al lugar a donde yo vengo, sin embargo, encuentro tantas similitudes.


La puerta quedó instalada, Arlene y Paola se encargaron de la pintura del cuarto y la pintura de la puerta y todas las mesas. El jueves comenzamos con la instalación de las mesas en el cuarto, cuatro dispuestas una al lado de la otra a manera de escritorio largo. La falta de material y herramientas nos hizo improvisar y aprovechar el material hasta el último centímetro.

Las condiciones del tiempo y del espacio para trabajar nos dejaron algunos espacios de tiempo libre, aún cuando llamamos a Kellan, el Peacecorp en Rosehall para ofrecer ayuda , no hubo mucho que hacer, intentamos también con los profesores de la escuela, pero el hecho de estar sólo unos días en la comunidad y no tener el tiempo para organizar no nos dejó hacer mucho, las clases y los tiempos ya estaban organizados para ellos y todos tenían pocas actividades, así que los ratos de ocio y espera los dedicamos a hablar y jugar con los niños de la escuela entre sus descansos.



El viernes por la mañana terminamos de instalar las mesas, el material dio suficiente para instalar las mesas de tal modo que cubrieron dos paredes completas. El trabajo estaba casi terminado, después de un par de problemas resueltos y algo de frustración, las actividades que habían sido requeridas quedaron cubiertas, la puerta instalada y pintada, las mesas en su lugar. El equipo respondió bien. No diré que fue la mejor de las semanas, la verdad es que me quedé con el sentimiento de haber podido hacer algo mejor, pero lo realmente rescatable de la semana, fue que pudimos lograr los resultados sólo con las cosas que tuvimos a la mano, las herramientas, el material, la desorganización y las opiniones encontradas nos empujaron a tomar decisiones y a no quedarnos a la expectativa, adueñarse de la situación y hacer que las cosas funcionen aún cuando las condiciones no están a favor fue el mayor aprendizaje de la semana. El trío como equipo de trabajo funcionó muy bien y logró los resultados que se pidieron, al final, una semana dura pero de un buen aprendizaje.

H. Gerardo Ibarra


14 de abril de 2011

Ingenuo, creía que volar un papalote era fácil

Vamos a ver. Un par de golpes de realidad y algunas cuantas lecciones aprendidas, salud, infancia, caprichos climáticos, caprichos personales. Fué el domingo por la tarde que terminamos con las juntas, las clases y otros menesteres, tarde de domingo libre, en automático y sin pensarlo demasiado tomé mi arma blanca y salí a la lluvia con cierto aire exótico, paliacaté en la cabeza me aproximé a los arboles de bambú y con una furia desconocida empezé a cortar pequeños palitos, pacientemente quité las ramas y los excedentes, limpie cada una de las varitas, conseguí bolsas de plástico e hilo y entonces, como poseído por algun infante demonio, me dispuse a armar un atractivo aunque poco aerodinámico papalote. Terminé demasiado tarde, así que no pude probarlo como me hubiera gustado, de noche sin luz, en apariencia, todo estaba en su lugar, el cometa tenía una cola sin moños de bolsa de basura, aunque ya entonces, sin hacer pruebas me temía que fuera un cometa de utilería, el peso excedía los límites permitidos. Dejé descanzar a mi pequeño mounstro. Día en la gran ciudad, la capital del país, con apenas 3 calles me recordaba un poco a las ciudades repartidas en el camino de mi ciudad, Torreón a Chihuahua, algo de Jimenez, algo de Delicias, pero acá con el sabor caribeño, con ese tono Vincy, estamos en Hairoun. Por un lado el desorden y las multitudes realmente me cansan, por otro lado, no hay mucho que hacer en la ciudad. Nueve de la mañana a hacer trámites monetarios, diez de la mañana sentarnos en un café, bagguete y latte, nada mal por cambiar un poco el breadfruit, el arroz y los plátanos. A las once de la mañana yo había terminado mi desayuno y no tenía nada que hacer en la ciudad, por la ventana del café, pude ver que en la tienda de enfrente, tenían papalotes, aunque fueran las princesas de Disney, el diseño lucía más adecuado. Terminé mi café, pagué mi cuenta y entré a la tienda, me sentí traicionero al decidir entre Toy Story y Transformers, que rápido había cambiado a mi pequeño papalote de bambú. Diez Ec´s y el papalote era mío, me olvidé de todo lo demás, tendría que esperar a regresar a casa. Ingenuo, creía que volar un papalote era muy fácil... Hay algunos detalles que pasé por alto, el primero es que, entre más crece uno, más impaciente y obseso se vuelve, el afán por la perfección melló mi empresa que al final resulto apenas mejor que fatal. Por otro lado el viento caprichoso, realmente no es como las instrucciones dicen, aqui en casa, estamos apenas a veinte metros sobre el nivel del mar, en una pequeña meseta cuyo barranco cae directo a un río que cambia de tamaño a capricho, así como el chorrito que se hacía grandote y se hacía chiquito, además, a un lado tenemos el volcán, el cual (me supongo, con mis nulos conocimientos en meteorología), causa fluctuaciones en la dirección y velocidad del viento, así que no, realmente no es tan fácil. Me topé también se requiere la ayuda de otra persona que sostenga el cometa y corra junto con el piloto para darle altura, generalmente este segundo actor no tiene tanta diversión y luego resulta que uno no quiere soltar el control del papalote y ahí comienzan los problemas, además, mi intención era volar solitario mi cometa, pasando un rato de reflexión... foto de postal, son mentira esas fotografías que muestran a un niño solitario volando en actitud zen su lindo papalote. Por último, entendí que volar un cometa requiere más que sólo buenas intenciones, requiere movimiento, esfuerzo físico temple, piernas rápidas y pulmones, tal vez el papalote no sea un juego de adultos, lo entendí cuando apagué mi cigarro y dije... los niños no fuman ! Dejémoslos con lo suyo.

4 de abril de 2011

Welcome Home


Con Chabela Llegando al top del Volcán, La Soufreire


Llevo un mes de atraso y hay tanto que contar, la intención de todo esto era llevar una crónica regular de las andanzas y desventuras del viaje, pero resulta que el lugar y las personas me han superado, fui presa del ritmo del Caribe, de la lentitud de las cosas, de la calma apacible con la que transcurren acá los días y las horas, pareciera que el tiempo corre tan lento y los días pasan tan rápido, es como si los segundos duraran minutos y los días tuvieran sólo la mitad de horas, han pasado ya casi 4 semanas y apenas siento que traigo a tierra la cabeza, por eso el atraso y por eso la premura de aclarar que la frecuencia de las notas irán en relación al tiempo y sobre todo al ritmo que me permita o no un rato de disposición a redactar, suena a capricho, pero ya saben, casi todo lo hago por mero capricho.


Me escaparé a algunos de los detalles de los primeros días, ya que, como me he ido dando cuenta, tendré aquí un semestre para llenarlo de anéctodas y dato, para ser franco, por ahora prefiero experimentar por mi cuenta y en privado, aún no distingo aquello que me nace y sale de mi, lo que es nuevo y agarro imprevisto al vuelo y lo que siempre ha estado ahí. Mi llegada a la Academia aquel sábado por la mañana fue como esperaba, noche de vuelos pesada, pero fue mi decisión llegar a este lugar de día, llegar a un nuevo lugar de noche, no me ha parecido una buena idea, y tengo (como mi padre) esa manía por reconocer el territorio, ubicarme y echar un vistazo a todo al llegar a un nuevo lugar y así fue, el camino excesivamente costoso en la Van (80 USD) fue lleno de curvas y paredes de montaña tapizados de verdes que desconocía, me recordaban un poco a la sierra en Chiapas o a los caminos de Oaxaca, sólo que acá, los Rastafaris caminaban en medio de la calle con un león en la camisa, un porro en la mano y la sonrisa pintada en la cara. Las palmas hacían fila, los ríos breves corrian en lugar de cables de alta tensión los plátanos colmaban los racimos, realmente, esto es una isla del Caribe, como me lo sospechaba, tal vez esto sea una especie Macondo con reggaeo y soca.


Que distante se me antoja todo esto, cuando lo pongo en la balanza, mi llano desierto, de suelo erosionado y sueños rotos, el interminable país de mi pueblo lastimado y con miedo, acá, me da la sensación de que nada fuera de la isla fuera demasiado importante, la isla es el mundo… y si quiero sobrevivir, este ha de ser entonces mi mundo. Comenzaba apenas el caos, pagué mi cuota excesiva por el transporte y aunque la conversación en el camino fue buena, no fue totalmente exitosa, tengo que acostumbrarme al acento Vincy, ese que dice un ingles comprensivo, lleno de “Respect” y “Yah Maan” . Descargando , era hora de pisar tierra un rato, dejar descanzar la espalda y guardar el backpack… por ahora. -Hola, te ayudo con tus cosas ? Me recibió Maristela, una Chica Brasileña, mujer fuerte y atractiva con un padre tatuaje en el brazo -Te ayudo, ven, este va a ser tu cuarto. Fuera maletas, no es tiempo de desempacar, vamos a conocer. Ahora que lo pienso, fue hace poco menos de un mes y no recuerdo muy bien mis primeras horas, en concreto, mi primer día creo que se borró de mi cabeza, apenas ciertas imágenes me quedan muy clavadas.


La gente comenzaba a desfilar, llegaron todos al Hall cargando en la garganta con sus extraños acentos, nombres, parecían felices de que yo estuviera aquí, es como si me estuvieran esperando, extraño, viniendo de desconocidos y aunque cueste admitirlo, fue una sensación bien agradable, a pesar de que me jacto de mis felinas, nocturnas y esteparias actitudes, el fraternal recibimiento me cayó bien apenas un atisbo de que sigo siendo humano.


Unos ojos muy despiertos, de un castaño oscuro me dicen: - Hola ! Paola, de Bolivia… - y yo, haciendo gala de mis defensivas actitudes animales, de mal tono le respondo. - ¿ Paola qué ? Como si eso fuera relevante en el momento ¿ no pudiste simplemente haber dicho con una condescendiente sonrisa “ Mucho Gusto, Gerardo Ibarra de México” ?…. Pero no, otra vez animalito, qué necesidad. Hay cosas que a uno no se le quitan, ni con el Caribe, ni con el hambre, ni con Zote, aunque bien en este caso particular y con la Vedette de los noticieros Bolivianos, bien me hubiera convenido mantener alta la defensa , too late man!


La chica en cuestión estaba dispuesta a darme el recorrido por las instalaciones y creo que comenzábamos en la cocina cuando siento un golpe en la espalda, Carajo ! tanta confianza ? Volteo y ahí, con su enorme sonrisa y los brazos abiertos estaba la Güera, Elizabeth Urraza. Pero que gusto mi paisa… “ Si quieres yo le doy el recorrido, yo me lo llevo, gracias” Un par de recomendaciones y pon los pies en la tierra, las cosas son así, un par de advertencias, un par de recomendaciones, entérate viejo…y ya saben, con la franqueza de la gente de allá, las cosas claras como deben de ser y muchos útiles consejos. No estaría de más agradecerle por acá, pues como algunos de ustedes saben, la güera fue la que me compartió todo esto, llegó en el momento indicado cuando necesitaba una alternativa y acá me recibió como si fuéramos carnales de toda la vida, agradecerle los consejos, las anécdotas, las excesivas tonterías que hacían a todos reír y el poco miedo con que se le para enfrente a todo mundo, Elizabeth es una mujer admirable, realmente, los pantalones bien puestos, los pies en la tierra y una buena actitud envidiable, me sorprendió tanto el escucharla hablar en un minuto ingles, al siguiente español y luego portugués con una fluidez y una seguridad que he encontrado en pocas personas, aprendí a querer a esa mujer en apenas unos días. Ahora ella está en Torreón, terminó su empresa por acá y ahora sigue adelante con nuevos buenos planes.



Acá con la Güera subiendo el volcán


Y yo que creía que iba a extrañar los lunes por la noche de GAMBETA F.C. Después de la comida el fut no se hizo esperar, eran las dos y yo ya enfundado en mi playera del Milán con el 15 en la espalda me fui a Jugar… cansado el día, intenta dormir temprano viejo, mañana vamos a escalar el Volcán ! Nos fuimos en domingo, La Guera, Chabela (Isabella Ordaz) otra chica Brasileña, ella de esas personas que sientes que conoces de otros tiempos y que nunca habías visto vida y un par de Hikers Polacas (de Polonia pues) Sin permiso y de contrabando, se supone que no debemos de ir sin guía, nos salimos temprano en la mañana y comenzamos el camino, empezando por una playa que nos daba los buenos días, caminar por largos pasadizos de rocas volcánicas de metros de altura y llenos murciélagos que volaban alrededor, sembradíos de Ganja, as costas el mar, imágenes que no puedo contar, pues sería presunción de mi parte el intentar explicar lo que no puede ser descrito, sería una necedad traducir a lo que no está hecho en el lenguaje de las palabras Una revolución de imágenes, sonidos, sabores, pupilas, tanto nuevo que aprender, parece ser que llegué a donde tenía que llegar, por fin. Nuevamente, empieza la vida, pero esta vez, mejor.

27 de marzo de 2011

Noche de Vuelos


9:30 dela noche, Viernes. Mucho gusto Nancy, espero que nos volvamos a ver pronto, gracias por el Ride ! El aeropuerto de San Juan estaba vacío, de nuevo, maleta a la espalda, 85 litros de equipo. Mochila al frente y guitarra en mano crucé los mostradores uno a uno, arrastrando el sudor los algo de nervios del retraso, una hora tarde, un hombre algo regordete con lentes y acento amigable esperaba detrás de el anuncio de LIAT. - Justo a Tiempo Señor, estaba a punto de cerrar el mostrador, es Héctor Ibarra Verdad ? - Sí ! ( es que en verdad la fama me sigue en los aeropuertos? ) -Muy bien, es que, es usted el último en llegar - Ah….(carajo) Recepción de equipaje, un par de puntos de control y ya estaba en la sala de abordaje, con media hora de anticipación, las piezas iban acomodándose solas, aún con la euforia de los días anteriores era consciente de la pesada noche que me esperaba, era el sentimiento inexplicable de saber que algo realmente importante estaba a punto de comenzar. En la sala de abordaje me di cuenta de la nueva realidad a la que me tenía que enfrentar, en la sala había casi una docena de personas y yo era el único de raza no negra en el lugar, no le tomé importancia, ni reparé en ese detalle hasta que con el sombrero en la cabeza saqué mi guitarra y empecé a tocar unos acordes de filio o delgadillo y todos voltearon a verme, acostumbrado a la indiferencia de otros lugares, la sensación fue abrumarte, sus miradas no eran inquisitivas, no eran aprobatorias precisamente, ni reprobatorias, no tenían alguna tendencia de juicio, era simplemente algo fuera de lugar… me sentí otra vez como en un ejercicio de libro de preescolar en el cual hay dibujos de, una manzana, una naranja, una pera, un plátano y un gato, las instrucciones arriba dicen “encierra en un circulo el objeto que no pertenezca al grupo, pues bueno, yo era el gato.


Primer vuelo de la noche, dirección Antigua, el vuelo fue muy corto, apenas 45 minutos. Alcanzamos altura y ya estábamos descendiendo, el aeropuerto de Antigua lucía sólo, era el último vuelo que llegaba esa noche, bajé del avión en medio de la pista y entramos por un pasillo hacia el área de recepción, entregué un par de formas y cuando me di cuenta ya estaba en la calle, fuera del aeropuerto. Antigua es una isla muy pequeña, el aeropuerto no tiene salas de espera ni nada parecido, mi siguiente vuelo salía a las 5 30 de la mañana y yo tenía casi 7 horas de ocio y sueño pretendido. Unas bancas de madera a unos pasos de la calle era lo único que tenía de hospedaje, me acomodé lo mejor que pude, me saqué las botas y di un respiro, no había nada que hacer ni a dónde ir. Pasaban los minutos largos y yo no encontraba otra cosa mejor que verme las manos, una vuelta rápida al bar del aeropuerto, cerrado, de regreso a la banca, corrí el cierre del estuche de Helena y saqué las cuerdas, algo tímidas empezaron a sonar a nadie, sólo para ir sepultando los minutos, en la banca siguiente una chica Hindú tenía una plática incomprensible por Skype, enseguida una pareja de Gringos mayores me sonreían condescendientemente al verme tocar, no sé si les gustaba en verdad o querían que me callara. Media hora, 45 minutos, una hora y media y nada, el intento de dormir. Até mis cosas con los cordones de mis botas y aseguré todo a la banca con un pequeño candado, sombrero en la cara y un intento fallido de sueño, fui presa de los mosquitos. Era la mejor opción viajar de noche, tic tac, hasta los trabajadores del aeropuerto se habían ido hace horas, Tic…son las 5, tac, hora de abordar. Vuelo corto hacía Barbados, Helena no cabe en esta cabina, tiene que irse en el maletero Sir. La escala a barbados sin imprevistos, llegar, registrarse, correr hacia el andén siguiente, creo que yo lucía ya algo desencajado, con mi sombrero y mi guitarra corriendo alterado por los pasillos mientras las personas con su ritmo lento Caribeño me señalaban la puerta siguiente. Eran las 6 30 de la mañana, escala sanitaria antes de abordar, cepillarme los dientes y lavarme dos veces la cara. “Thank you for the songs the last night” me dijo el viejo americano con una sonrisa en los lavabos “how long u´ve been playing?”, un poco de camaradería aeroportuaria, Helena tiene ese encanto, de más de un apuro me ha sacado y en más de dos historias me ha inscrito. Saliendo de barbados, acomodo a Helena en un compartimiento de la sobrecargo y las hélices de la avioneta empiezan a girar, me siento en ese tipo de viajes en dónde sólo los arriesgados se meten, de isla en isla, aterrizando en pistas cortas, volando en aviones del tamaño de un autobús, nada más. Aerotaxi, antes de llegar a Barbados llegaremos a otra isla: ¿Santa Lucia, Granada, Martinica tal vez ? Es lo de menos, 4 personas bajan y otras suben, no nos movemos de nuestro asiento, y como parads de autobús ya estamos despegando, esta vez el vuelo será de 15 minutos, destino final San Vicente, el piloto ni siquiera alcanza los 10mil pies cuando a lo lejos se ve un pequeño punto de tierra, el avión gira y desaparece, un par de minutos después los oídos se empiezan a cerrar, el descenso al fin, el mar se acerca, las olas dejan de ser un tapiz y cada una toma su personalidad, al avión continúa bajando ysigue siendo mar, más cerca, sólo mar, se ve la espuma y… que carajo ! demasiado bajo y yo no veo tierra, de que se trata ! El tren de aterrizaje baja, las alas comienzan a frenar y yo sólo veo mar, sólo mar, un último descenso y de la nada aparece debajo de nosotros una pequeña pista del tamaño de una calle regular, el interminable mar de pronto se cierra y es relevado por algunos montículos llenos de vegetación y unas casitas rosas y verdes, el piloto mete freno de mano, todos nos sacudimos, bienvenidos a San Vicente y las Granadinas.